jueves, 3 de octubre de 2019

La comunicación y la semiótica en los entornos virtuales

     Han pasado varios siglos desde el proceso evolutivo del uso de códigos, signos y símbolos para generar una lengua comunicativa y un lenguaje por parte del ser humano. Observamos con detenimiento y asombro a la vez, como desde las antiguas civilizaciones en el lado Oriental del Globo Terráqueo, Egipto, Asiria, Mesopotamia, Babilonia... Grecia, Roma, entre muchas otras, acordaron y "socializaron" un conjunto de elementos para comunicarse, para transmitir información, para que se evoquen en la eternidad las palabras.


     En algunas culturas pre-cristianas, el lenguaje servía de vehículo para llegar hasta las deidades, para solicitar favores u ofrecer elementos diversos. En fin, el salto cualitativo pasó de la comunicación oral a la escrita (ya sea en las paredes de las cuevas, en las pirámides, en papiros o pergaminos), y varios siglos más tarde, Gutenberg con la imprenta, dejará una huella indeleble en la historia de la humanidad. De esta manera, la comunicación es parte de lo intrínseco del ser humano, del "zoon politikon", un ser social como lo acuñó Aristóteles, el Estagirita.

     En todos los momentos de la vida del hombre (incluso antes del homo sapiens sapiens), el signo y el símbolo han constituido la traducción de la palabra en imagen, y la imagen, ya sea mental o física, exhorta a la comunicación. Es por ello que, en el siglo XX, tanto la generación "X" (baby boombers) como la "Y" (millenials) han transformado la comunicación de un proceso mecánico, analógico a uno digital, llevando consigo a los "inmigrantes digitales" a las aguas de los "nativos digitales" en el siglo XXI, lo cual es pórtico para la generación "Z" (globalizados), que han llevado a la hibridación y simbiosis de la palabra con la imagen, como se puede observar a través de un emoticon, emoji o sticker en las redes sociales.

     Por su parte, la semiótica, como ciencia, disciplina y arte de la interpretación de signos y símbolos ha servido de soporte y base hermenéutica para generar un proceso comunicativo sustentado en unas características propias de los entornos digitales y virtuales, tal es el caso del aprendizaje y la gestión del conocimiento. Ya no se queda en la superficial admiración de la metamorfosis de la palabra en imagen, ahora le toca el turno al "accionar humano". Por citar un ejemplo concreto, hoy por hoy, la excelente y estupenda labor que desarrolla la Comunidad FATLA (Fundación para la Actualización Tecnológica de LatinoAmérica), red virtual, sustentada en un tejido social de personas reales, que llevan "humanidad" en sus procesos de interacción multidimensionales, desde la simplicidad de la vida humana hacia un pensamiento complejo, como lo presenta el filósofo francés Edgar Morín.

     En resumidas cuentas, se puede decir en palabras de Francisco Mora Teruel: "solo la humanidad puede enseñar y transmitir humanidad", y en ese orden de ideas, para favorecer y optimizar los procesos de comunicación humana, cada vez más, se debe aprender a "leer" el rostro del prójimo (como lo señala Emmanuel Levinas en su "Epifanía del rostro"), a interpretar el lenguaje corporal del semejante, a interacturar desde entornos virtuales con valores claros y concretos que contribuyan y aporten a la sociedad del conocimiento, desde el aprendizaje colaborativo, globalizado, empático y sinérgico, a ser cada vez más asertivos, eficaces y eficientes en la comunicación y en la interpretación de la vida integral insertados en los medios de comunicación digital.


Gervacio Enrique Rivas Martínez.

     Y que mejor forma de propiciar el aprendizaje colaborativo y la globalización que compartir los enlaces de los blogs de mis compañeros en esta aventura interactiva de FATLA, desde el módulo BSW, donde Angel Vicente Fermenal Gil realiza un estupendo aporte sobre la Influencia de las Redes Sociales y el blog de Marjorie Bonilla La cocina y el cine, contar historias y comer la historia de la humanidad, excelente receta para alimentar el alma humana y el tejido social; finalmente, Jesús Manuel Gudiño González le coloca la cereza al pastel de información, conocimiento y aprendizaje con su blog El mundo de la reposteria, una tripartita de glucosa virtual para nuestros cerebros. Estos son los links de los tres internautas y cosmopolitas, visítalos ya!!